Among the participants were Rafael Jesús González, Poet Laureate of the City of Berkeley, reading accompanied on the conch and flute by Gerardo Omar Marín, and interpretative dance by Guillermo Ortiz, members of Xochipilli, Indigenous/Latino Men's Circle
¿Cómo
sonaría el futuro? me preguntan
No puedo imaginar que sane tan pronto la Tierra,
que vuelva el frío a los polos Norte y Sur,
ni que vuelvan las lluvias a las regiones en sequía,
ni que mengüen las tormentas o dejen de subir las
aguas.
Ya demasiado hemos herido a la Tierra.
Lo que sí imagino es que despertemos
y encontremos la voluntad para sanarnos a si mismos
y dejar de herir a la Tierra y a unos a los otros
y que el amor a la vida nos encienda la voluntad.
Sabemos como canalizar los poderosos dones
del Sol y de los vientos para nuestra necesidad —
distinguemos entre la necesidad verdadera y la
falsa.
Lo preciso es amar, abrir ampliamente el corazón.
¿Cómo
sonaría el futuro? me preguntan —
Sonaría con el canto polífono de la aves, de los vientos,
del trueno, del canto variado de las aguas;
sonaría
con nuestros propios cantos de amor y de alabanza,
nos
veríamos en los rostros de cada uno
y
veríamos la Tierra como el paraíso que es,
el paraíso
del cual jamás fuimos expulsados
dañado
que sea por nuestro error y locura.
Nuestra
canción cantaría del olor del mar y de la tierra,
de las perfumes
de las flores y de sus colores, matices
del
amanecer y de la puesta del sol, cantaría
del
gusto de los frutos y de la sal, cantaría del tacto,
de la
caricia, de la tierra misma, de la ola y la brisa.
Sonaría
el futuro con el festejo de la compasión y la justicia
marcando
los pasos de nuestros bailes por la calles y los senderos,
pues no
habría guerras ni crueldades y nuestras ambiciones
serían sólo
el vivir, el amar, el celebrar la vida luz y oscuridad.
Sueño
es este canto imaginario compuesto de grande anhelo
pero de
nuestros sueños, o pesadillas, formamos nuestro mundo.
What could the future sound like? I was asked
I
cannot imagine that the Earth would heal so soon,
that
the cold would return to the North & South poles,
nor
the rains to the regions of drought,
nor
the storms lessen nor the waters cease rising.
We
have already too much wounded the Earth.
What
I do imagine is that we wake
&
stop wounding the Earth & one another
&
that love of life would light our will.
We
know how to channel the powerful gifts
of
the Sun & of the winds for our need —
let
us distinguish between the true needs & the false.
The
precise need is to love, to open widely the heart.
What could the future sound like? I was asked—
It
would sound like the polyphonic song of the birds, the winds,
the
thunder, the varied song of the water;
it would sound with our own songs of love & of praise;
we would see ourselves in each other's faces
& see the Earth for the paradise that it is,
the paradise from which we were never expelled
damaged as it be through our error & our madness.
Our song would sing of the smell of the sea & of earth,
of the perfume of flowers & of their colors, hues
of dawn & of the setting of sun, it would sing
of the taste of fruit & of salt, it would sing of touch,
of the caress. of earth itself, of the wave & the breeze.
The future would sound with the celebration of compassion
& justice
marking the steps of our dances through the streets &
paths,
for there would be no wars nor cruelties & our ambitions
would be only to live, to love, to celebrate life light
& dark.
Dream is this imaginary song composed of great yearning
but of our dreams, or nightmares, we make our world.
© Rafael Jesús González 2018
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