Tuesday, August 6, 2019

Hiroshima, August 6, 1945


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Very early today, the 74th year after the atomic bombing of Hiroshima, gathering at the Livermore Nuclear Laboratory for a rally, march, and direct actions, a banner hung behind me as I spoke. 

On it read the call "Despierta/Awake." The image between the words said clearly to what we must awake: the sacredness of the Sun and the Earth (who together bring forth life) spanned by the wings of peace in which life can thrive, awake to harmony in diversity and justice without which there can be no hope of peace. 

The Summer Solstice of 1983, the International Day of Nuclear Disarmament, 1,000 of us were arrested for blockading the gates of this very laboratory. It was a year of direct actions (acts of Civil Disobedience) to stop nuclear weapons. At the beginning of the year, I had taken part blockading the test of the MX nuclear missile at the Vandenberg Air Force Base and, with 500 folk, was arrested and taken to the Lompoc Federal Prison. There, I wrote the poem I shared at the rally today:

Here for Life

(Vandenberg Air Force Base, January 1983;
first blockade of MX nuclear missile test)


I am here —
I wear the old-ones’ jade —
it’s life, they said & precious,
turquoise I’ve sought to hone my visions,
& coral to cultivate the heart,
mother of pearl for purity.

I have put on what power I could
to tell you there are mountains
where the stones sleep —
---------hawks nest there
& lichens older than the ice is cold.

The sea is vast & deep
keeping secrets
darker than the rocks are hard.

I am here to tell you
the Earth is made of things
so much themselves
they make the angels kneel.
We walk among them
& they are certain as the rain is wet
& they are fragile as the pine is tall.

We, too, belong to them;
they count upon our singing,
the footfalls of our dance,
our children’s shouts, their laughter.

I am here for the unfinished song,
the uncompleted dance,
the healing,
the dreadful fakes of love.
------I am here for life
-------------& I will not go away.
-->



© Rafael Jesús González 2019


(Voices for Peace Anthology, Barbara Nestor Davis, Ed.;
Rochester, N.Y. 1983. Author’s copyrights.)


For what else were we there? For what else must we need stay?


 https://somosenescrito.weebly.com/poetry-poesiacutea/archives/05-2016


Muy temprano hoy hace 74 años del bombardeo nuclear de Hiroshima reuniéndonos en los laboratorios nucleares Livermore para una manifestación, marcha y acciones de desobediencia civil, un estandarte colgaba detrás de mí mientras hablaba.

En él leía la llamada — "Despierta/Awake." La imagen entre las dos palabras decía claramente a lo que debíamos despertar: a lo sagrado del Sol y la Tierra (que unidos engendran la vida) abarcados por las alas de la paz en la que la vida pueda florecer, despertar a la armonía en la diversidad y la justicia sin la cual no hay esperanza de paz.

El solsticio veraniego de 1983, el Día del desarmamiento nuclear internacional,1,000 de nosotros fuimos arrestados por bloquear las puertas de estos mismos laboratorios. Fue un año de acción directa (acciones de desobediencia civil) para poner en alto las armas nucleares. Al principio del año había tomado parte en el bloqueo de la prueba del proyectil nuclear MX en la Base de fuerza aérea Vandenberg y con 500 personas fui arrestado y llevado a la prisión federal Lompoc. Allí escribí el poema que compartí en la manifestación de hoy:

Aquí por vida

(Base de Fuerza Aérea de Vandenberg, enero 1983;
primer bloqueo de la prueba del proyectil nuclear MX)


Aquí estoy —
llevo el jade de los ancianos —
es la vida, decían, y preciosa,
turquesa que he buscado
para darles filo a mis visiones,
y coral para cultivar el corazón,
madreperla para la pureza.

Me he puesto el poder que pude
para decirles que hay montañas
donde duermen las piedras —
----------los halcones anidan allí
y liquen más viejo
de lo que el hielo es frío.

El mar es vasto y profundo
guardando secretos
más oscuros
de lo que las rocas son duras.

Aquí estoy para decirles
que la Tierra es hecha de cosas
tan suyas mismas
que hacen a los ángeles arrodillarse.
Caminamos entre ellas
y son ciertas como la lluvia es húmeda
y son frágiles como el pino es alto.

Nosotros también les pertenecemos;
cuentan con nuestro cantar,
los pasos de nuestro bailar,
los gritos de nuestros hijos, su risa.

Aquí estoy por la canción sin acabar,
el baile incompleto,
el sanar,
las terribles adujas del amor.
-----Aquí estoy por vida
-------------y no me iré.
-->



© Rafael Jesús González 2019



¿Por qué otra razón estábamos allí? ¿Por qué más debemos permanecer? 


https://somosenescrito.weebly.com/poetry-poesiacutea/archives/05-2016


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