Luna en el espacio
Hojeando un libro de fotografías tomadas desde el espacio, volteo a las imágenes de la Luna. Yo que soy del desierto jamás he visto un desierto tan yermo, de tan uniforme un gris-blanco. Nuestra única parentela que constituye la Luna son nuestros hermanos los minerales, nuestras hermanas las piedras; pero ¿donde está el hierro que le diera una sugestión de sonroseado a esos cráteres precipitosos, el cobre que le diera un toque de azul-verde a esos mares vastos y áridos, el azufre que le diera un tinte de amarillo a esos llanos desolados, ese desierto de fantasía color de ceniza?
Aun los trajes de los buceadores del espacio son del mismo gris plateado mientras caminan laboriosamente sobre el suelo virgen dejando sus rastros incoloros, la única pizca de color el rojo y el azul en el retazo de tela que llevan para reclamar en nombre de su secta ese territorio gris de la Luna.
Volteando la página me asombra la imagen de una salida de la Tierra sobre el horizonte curvo de la Luna, una gran joya de turquesa y jade, lapislázuli, perla, cornerina redondeada en su rodar por las corrientes del espacio. La Himalaya, los Andes aplanados, los continentes borrados por el velo delicado de la atmósfera terrestre, no hay fronteras. Es de una pieza y es muy pequeña, muy frágil contra la totalidad del negro terciopelo.
No se oye el estruendo de las guerras que arden en la Tierra, los gritos de los heridos, de las madres desoladas. Ni el clamor, los cantos de las bodas y los carnavales. Son solamente nuestros. Nuestro es el herir de la Tierra. La luna no tiene agua para lágrimas.
Cerrando el libro, volteo a la Luna plena en mi ventana. Es más bella desde esta distancia, pienso, y suya es la belleza de los espejos, una belleza decidida por la luz que reflejan. Alumbra la noche con su faz desolada y es amada porque es testigo. Pobre Luna, allí no hay arcos iris; su grandísima ansia perturba todo lo que contiene agua en la tierra y en gran medida la amamos por la inquietud que nos causa en la sangre.
© Rafael Jesús González 2009
(riverbabble, no. 6 invierno 2005;
en La musa lunática/The Lunatic Muse,
Rafael Jesús González, Pandemonium Press,
Berkeley 2009; derechos reservados del autor.)
[El 7 de diciembre de 1972, unos hombres abordo de la nave espacial Apolo 17, tomaron una fotografía, una imagen que cambiaría profundamente nuestro sentido del planeta natal nuestro que llamamos la Tierra aunque en Noche buena de 1968 ya se habían tomado fotografías de la Tierra desde la Luna. Esta imagen despertó una nueva consciencia (nueva para muchos aunque ya algunas culturas, ya algunos de nosotros lo sabíamos) está por brotar. El viejo modo de pensar está en bancarrota y ahora es nuestro momento de verdad: o despertamos y vivimos o encadenados a mitos ya exhaustos, herimos gravemente a nuestra madre que nos amamanta y perecemos.]
Moon in Space
Leafing through a book of photographs taken from space, I turn to the pictures of the Moon. I who am from the desert have never seen images of a desert so stark, of so uniform a gray-white. Our only relations that make up the Moon are our brothers the minerals, our sisters the stones; but, where is the iron to give a hint of a blush to those precipitous craters, the copper to give a touch of blue-green to those vast and arid seas, the sulfur to give a tinge of yellow to those desolate plains, that fantasy desert the color of ash?
Even the suits of the space-divers are of that same silver-gray as they trudge on the virgin ground leaving their colorless tracks, the only speck of color the red and the blue on the little remnant of cloth they carry to stake claim for their sect to that gray territory of the moon.
Turning the page I am astounded by an image of an Earth-rise over the curved horizon of the Moon, a great gem of turquoise and jade, lapis lazuli, pearl, carnelian, rounded in its tumbling in the currents of space. The Himalayas, the Andes flattened, the continents blurred by the delicate veil of the terrestrial atmosphere, there are no borders. It is a whole and it is very small, very fragile against the total velvet-black.
The sounds of the wars that rage on the Earth are not heard, the cries of the wounded, of the mothers bereft. Nor are the shouts, the songs of weddings and carnivals. Those are only ours. Ours is the wounding of the Earth. The moon has no water for tears.
Closing the book, I look up to the full Moon in my window. She is more beautiful from this distance, I think, and hers is the beauty of mirrors, a beauty determined by the light they reflect. She lights the night with her desolate face and is loved because she is witness. Poor Moon, there are no rainbows there; her huge longing disturbs all that holds water on the Earth, and we love her in great measure for the disquiet she causes in our blood.
© Rafael Jesús González 2009
(riverbabble, issue 6 Winter 2005;
in La musa lunática/The Lunatic Muse,
Rafael Jesús González, Pandemonium Press,
Berkeley 2009; author's copyrights)
[December 7, 1972, some men aboard the space-ship Apollo 17 took a photograph, an image that would profoundly change our sense of our natal planet which we call the Earth although on Christmas Eve 1968 photographs of the Earth from the Moon had already been taken. This image awoke a new consciousness (new for many although some cultures, some of us already knew) is about to sprout. The old way of thinking is bankrupt and now is our moment of truth: or we awake and live, or chained to now exhausted myths, we gravely wound our mother who suckles us and we die.]
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Hi Rafael,
ReplyDeleteDid you write the following poem?
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Grace
Thanks & blessings be
to the Sun & the Earth
for this bread & this wine,
this fruit, this meat, this salt,
this food;
thanks be & blessing to them
who prepare it, who serve it;
thanks & blessings to them
who share it(& also the absent & the dead).
Thanks & Blessing to them who bring it
(may they not want),to them who plant & tend it,
harvest & gather it(may they not want);
thanks & blessing to them who work
& blessing to them who cannot;
may they not want - for their hunger
sours the wine & robs the taste from the salt.
Thanks be for the sustenance & strength
for our dance & work of justice, of peace.
-- Rafael Jesus Gonzalez 2005
............ ......... ..
Gracias
Gracias y benditos sean
el Sol y la Tierra
por este pan y este vino,
esta fruta, esta carne, esta sal,
este alimento;
gracias y bendiciones
a quienes lo preparan, lo sirven
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It's a poem that expresses the
basic and fundamental sentiment about what'Thanksgiving Day' should be all about.
Saludes, Felicidades, y Buena Suerte,
-- Roberto Vazquez