Monday, October 31, 2022

Halloween

 -



                   Trick & Treat


Death at the door,
    or lurking among the leaves,
death itself is the inevitable trick;
the only treat worth the having,
    to love fearlessly,
                                    and well.



                    © Rafael Jesús González 2022


(The Montserrat Review, Issue 7, Spring 2003;
author’s copyrights)





                        Chasco y Regalo


La muerte a la puerta,
    o en emboscada entre la hojas,
la muerte misma es el chasco inevitable;
el único regalo que vale la pena,
    amar sin temor,
                                  y amar bien.



                                    © Rafael Jesús González 2022








-

Friday, October 21, 2022

Scorpio

  -

-


-


                Escorpión

El alacrán
    en sus ojos de ópalo
    guarda los secretos
    del agua inmóvil.
Eleva, tenaz, su cola de hierro
y su aguijón de topacio
refleja las luces rojas de Marte,
    las luces obscuras de Plutón.
Se esconde detrás del palo erecto,
        en la cueva húmeda;
y sabe los secretos del alma.




                        © Rafael Jesús González 2022




                        
Scorpio

The scorpion 

    in its opal eyes 
    guards the secrets 
    of the immobile water.
It tenaciously raises its tail of iron
& its topaz sting 

reflects the red lights of Mars, 
    the dark lights of Pluto.
It hides behind the erect pole,
 

        in the moist cave;
it knows the secrets of the soul. 




                        © Rafael Jesús González 2022




-
-

Wednesday, October 12, 2022

Indigenous Peoples Day

  -


-


-
El 12 de octubre es fiesta conocida en varias regiones y épocas por muchos nombres: Día de Colón, Día del descubrimiento, Día de la hispanidad, Día de las Américas, Día de la raza, Día de los pueblos indígenas.

En México en 1928 a la insistencia del filósofo José Vasconcelos, entonces Ministro de Educación, se le nombró Día de la Raza, denominación de la Unión Ibero-Americana en 1913 para declarar una nueva identidad formada del encuentro de los Españoles y los indígenas de las Américas. En 1902 el poeta mexicano Amado Nervo había escrito un poema en honor del Presidente Benito Juárez (indio zapoteca) que recitó en la Cámara de Diputados, titulado La Raza de Bronce alabando a la raza indígena, título que más tarde en 1919 el autor boliviano Alcides Arquedas daría a su libro. El bronce (metal noble fundido de varios metales) llegó a ser metáfora del mestizaje. Según el pensar de 
José Vasconcelos una Raza Cósmica, la raza del porvenir, es la raza noble que se forma en las Américas a partir del 12 de octubre de 1492, la raza del mestizaje, un amalgama de las gentes indígenas de las Américas, de los Europeos, los Africanos, los Asiáticos, las razas mundiales — en una palabra, la raza humana compuesta de una mezcla de todas las razas que Vasconcelos denominó la Raza Cósmica.


Pero no se puede ignorar que esta raza ideal se forma a gran costo de los pueblos indígenas Americanos (y de la gente africana traídos aquí como esclavos). Desde 2002, en Venezuela se le llama a la fiesta Día de la Resistencia Indígena.

Sea como sea, por cualquier nombre que le demos, de cualquier modo que la cortemos, es la misma torta — la fecha conmemora la llegada de los Europeos a América (que para ellos era un “nuevo mundo”), no una visita sino una invasión, un genocidio, subyugación de las gentes de ese “nuevo mundo” que hoy conocemos por el nombre de un cartógrafo Europeo que apenas pisó el suelo sagrado de los continentes que llevan su nombre. Lo que marca la fecha es una continua colonización, explotación, abuso, ultraje de los pueblos indígenas de las Américas que escasamente ha menguado, que ha persistido estos quinientos y veinte nueve años.


Bien se le pudiera nombrar Día de la Globalización. A partir de ese día se comprueba concreta y definitivamente que la Tierra verdaderamente es redonda, una esfera, una bola, un globo. Y desde esa fecha se les trata imponer forzosamente a las gentes indígenas del “nuevo mundo” una cosmología, actitud bastante extraña hacia a la vida, hacia a la Tierra, hacia a la economía, hacia a lo sagrado, hacia al ser humano mismo — una sola verdad estrecha e intolerante, un desdén rapaz hacia la Tierra vista solamente como un recurso para explotarse, un concepto del progreso difícil de distinguir de la codicia y el hambre del poder.

La causa de los indígenas clama por justicia: se les sigue robando sus tierras y terrenos, se los destruyen por sus valiosas maderas y minerales; sus creaciones agrícolas, tal como el maíz y la papa, que han salvado del hambre a gran parte del mundo, se modifican al nivel molecular y se controlan por corporaciones rapaces; sus medicinas tradicionales se patentan por esas mismas corporaciones; el agua sagrada misma se privatiza y se les roba; aun no se les respeta el derecho a sus creencias y culturas. Aun poniendo al lado la justicia, todos deberíamos aliarnos a las gentes indígenas de las Américas (y del mundo entero) en su resistencia contra tal abuso porque lo que los amenaza a ellas nos amenaza a todos en el mundo entero — y a la Tierra misma. Tienen muchísimo que enseñarnos acerca de una relación sana del hombre con la Tierra.

En una Tierra, mucho más chica y frágil de lo que imaginábamos, nos encontramos en plena globalización y pugna contra la imposición de un capitalismo desenfrenado y del fascismo, su lógica extensión, que lo acompaña. Sigue la resistencia indígena que jamás ha cesado durante estos cinco y un cuarto de siglos a pesar de una represión brutal y ahora todos nosotros de la raza cósmica de mera necesidad debemos aliarnos a su lucha, pues esa lucha es nuestra de todos si hemos de sobrevivir en la Tierra, bendita madre de nuestra estirpe, la estirpe de la raza humana — y de toda nuestra parentela los otros animales, las plantas, los minerales. En la Tierra redonda y sin costura son ficticias las fronteras y lo que amenaza a unos nos amenaza a todos. Pensar al contrario no es solamente inmoral sino locura.


Berkeley, Alta California

© Rafael Jesús González 2022

-
-

-October 12 is a feast-day known in various regions and times by many names: Columbus Day, Discovery Day, Hispanic Culture Day, Day of the Americas, Day of the Race, Day of the Indigenous Peoples. 

In Mexico in 1928 at the insistence of the philosopher José Vasconcelos, then Minister of Education, it was named Día de la Raza (Day of the Race), denomination of the Iberian-American Union in 1913 to declare a new identity formed by the encounter of the Spaniards with the native peoples of the Americas. In 1902, the Mexican poet Amado Nervo had written a poem in honor of the President Benito Juárez (a Zapoteca Indian), which he read in the House of Representatives, titled La Raza de Bronce (Race of Bronze) praising the indigenous race, title which later in 1919 the Bolivian author Alcides Arquedas would give his book. Bronze (noble metal amalgamated of various metals) came to be metaphor for mestizaje (the mixing of the races.) According to the thinking of José Vasconcelos, a Cosmic Race, the race of the future, is the noble race that is formed in the Americas since October 12, 1492, the race of mestizaje, an amalgam of the indigenous peoples of the Americas, the Europeans, the Africans, the Asians, the world — in a word, the human race made of a mixture of all the races which Vasconcelos called the Cosmic Race.
   


But that this race is formed at great cost to the indigenous American peoples (and to the African peoples brought here as slaves) cannot be ignored. Since 2002, in Venezuela the feast-day is called Día de la Resistencia Indígena (Day of Indigenous Resistance.)

Be that as it may, by whatever name we give it, however way we cut it, it is the same cake — the date commemorates the arrival of the Europeans to America (which for them was a “new world”), not a visit but an invasion, a genocide, a subjugation of the peoples of that “new world” which we know today by the name of a European cartographer who barely set foot on the sacred ground of the continents that bear his name. What the date marks is a continuous colonization, exploitation, abuse, outrage of the indigenous peoples of the Americas that has scarcely lessened, that has persisted these five-hundred and twenty-nine years.


It could well be called Day of Globalization. Since that date, the Earth is concretely, definitively proven to be truly round, a sphere, a ball, a globe. And from that date is imposed by force upon the indigenous American peoples a quite strange cosmology, attitude toward life, toward the Earth, toward economics, toward the sacred, toward the human being him/herself — a single truth narrow and intolerant, a rapacious disdain toward the Earth seen only as a resource to be exploited, a concept of progress difficult to distinguish from greed and the lust for power. 

The cause of the indigenous peoples screams for justice: their lands, their fields continue to be stolen from them, destroyed for their valuable woods and minerals; their agricultural creations, such as maize and the potato, which have saved a great part of the world from famine, are modified at the molecular level and controlled by rapacious corporations; their traditional medicines are patented by those same corporations; sacred water is privatized and stolen from them; even their right to their own beliefs and cultures is not respected. Even putting justice aside, we should all ally ourselves with the indigenous peoples of the Americas (and of the entire world) in their resistance against such abuse because what threatens them threatens us all throughout the whole world — and the Earth itself. They have a very much to teach us about a healthy relationship of humankind with the Earth. 

In an Earth much smaller and more fragile than we imagined, we find ourselves in full globalization and struggle against the imposition of an unbridled capitalism and the fascism, its logical extension, that accompanies it. The indigenous resistance that has never ceased these five and a quarter centuries and some continues in spite of a brutal repression and now all of us of the cosmic race, of pure necessity, must align ourselves with their struggle, for that struggle is ours if we are to survive on the Earth, holy mother of our race, the human race — and of all our relations, the other animals, the plants, the minerals. On the round, seamless Earth all borders are fictitious and what threatens one threatens all. To think otherwise is not only immoral but insane. 


Berkeley, California

© Rafael Jesús González 2022






--
--

Monday, October 10, 2022

Riffs on a poem of 63 years ago

-

Earlier this year, the English Journal of the National Council of Teachers of English asked my permission to reprint a poem I wrote 63 years ago in October of 1959 in my sophomore year of college. Asked to write a paragraph of introduction, the paragraph became nine pages of riffs on the poem. The editor wrote:

González was invited to revisit the classic poem he penned years ago that guided many high school students and teachers across the country in the last century. I first read his poem “To an Old Woman” when I was ten years old, in the spring of 1985. I remember sitting in our family’s kitchen and finding the poem in my eldest sister’s ninth- grade literature textbook. My sister, Alice, was cooking at the time, and she had put her book down to prepare our family dinner. It seemed apropos for me to read what my big sister was reading. Poems were featured in many pages and by diverse US authors; I was drawn to them. The book, titled Arrangement in Literature, was published in 1979, and was edited by teachers and professors who were also NCTE members. 

González’s poem meant a lot to me, because it opens with a direct invitation by the speaker to enter the poem. I see the store, and I hear the elderly woman recognized and valued for her creativity, imagination, and energy. The poet who captured her life and language seemed like a caring interpreter and translator to me — then and now. 

                                      R. Joseph Rodríguez 

                                     Editor, English Journal 
                                             of the National Council 
                                              of Teachers of English




                       To an Old Woman

  

Come, mother —
         your rebozo trails a black web
         and your hem catches on your heels,
you lean the burden of your years
on shaky cane, and palsied hand pushes
         sweat-grimed pennies on the counter.
Can you still see, old woman,
the darting color-trailed needle of your trade?
         The flowers you embroider
         with three-for-a-dime threads
cannot fade as quickly as the leaves of time.
         What things do you remember?
Your mouth seems to be forever tasting
the residue of nectar hearted years.
Where are the sons you bore?
         Do they speak only English now
         and say they’re Spanish?
One day I know you will not come
and ask for me to pick
the colors you can no longer see.
         I know I’ll wait in vain
for your toothless benediction.
         I’ll look into the dusty street
         made cool by pigeons’ wings
until a dirty child will nudge me and say:
                  “Señor, how mach ees thees?”

 

 

                                                 ~ Rafael Jesús González 




                             A Una Anciana

 

Venga, madre — 
         su rebozo arrastra telaraña negra
         y sus enaguas le enredan los tobillos;
apoya el peso de sus años
en trémulo bastón y sus manos temblorosas
         empujan sobre el mostrador centavos sudados.
¿Aún todavía ve, viejecita,
la jara de su aguja arrastrando colores? 
         Las flores que borda
         con hilazas de a tres-por-diez
no se marchitan tan pronto como las hojas del tiempo.
         ¿Qué cosas recuerda?
Su boca parece constantemente saborear
los restos de años rellenos de miel.
         ¿Dónde están los hijos que parió? 
¿Hablan ahora solamente inglés
y dicen que son hispanos? 
         Sé que un día no vendrá
         a pedirme que le que escoja
         los matices que ya no puede ver.
Sé que esperaré en vano
         su bendición desdentada.
Miraré hacia la calle polvorienta
refrescada por alas de paloma 
hasta que un chiquillo mugroso me jale de la manga 
y me pregunte: 
                        — Señor, how much is this? —

 

 

                                                ~ Rafael Jesús González 

 

 



A principios de este año, el English Journal del Concilio Nacional de Maestr@s de Inglés me pidió permiso para reimprimir un poema que escribí hace 63 años, en octubre de 1959, en mi segundo año de universidad. Cuando se me pidió que escribiera un párrafo de introducción, el párrafo se convirtió en nueve páginas de riffs sobre el poema. El editor escribió:

González fue invitado a revisar el poema clásico que escribió hace años y que guió a muchos estudiantes y maestros de secundaria en todo el país en el siglo pasado. Leí por primera vez su poema “Para una anciana” cuando tenía diez años, en la primavera de 1985. Recuerdo estar sentado en la cocina de nuestra familia y encontrar el poema en el libro de texto de literatura de noveno grado de mi hermana mayor. Mi hermana, Alice, estaba cocinando en ese momento y había dejado su libro para preparar nuestra cena familiar. Me pareció oportuno leer lo que leía mi hermana mayor. Los poemas aparecieron en muchas páginas y por diversos autores estadounidenses; Me sentí atraído por ellos. El libro, titulado Arrangement in Literature, se publicó en 1979 y fue editado por maestros y profesores que también eran miembros de NCTE.
 
El poema de González significó mucho para mí, porque abre con una invitación directa del hablante a entrar al poema. Veo la tienda y escucho a la anciana reconocida y valorada por su creatividad, imaginación y energía. El poeta que captó su vida y su lenguaje me pareció un intérprete y traductor cariñoso, entonces y ahora.

                                    —  R. Joseph Rodríguez 

                                     Director, English Journal 
                                      del Concilio Nacional 
                                      de Maestr@s de Inglés





-
 

Sunday, October 9, 2022

full moon: Lord Ganesh Under the Moon

-






    El Señor Ganesh bajo la luna

                           

En la luna llena

la víspera de mi cuenta de años

el Señor Ganesh monta Erauan

elefante cósmico de las tres cabezas, 

las tres gunas: 

creación, conservación, destrucción

hilos que tejen el tapiz 

de nuestra suerte.

En los cielos rige Libra.

 

Que el Señor Ganesh 

tome las balanzas y derribe 

todo obstáculo a la justicia.

Y que la luna preste 

su suave luz de compasión

para que la justicia sea iluminada. 


Coyote 

tropezando con su propia cola

aulla su plegaria a la luna.

 


            © Rafael Jesús González 2022  







                  

 

    Lord Ganesh Under the Moon

           

On the full moon

the eve of my count of years

Lord Ganesh rides Erawan

cosmic elephant of the three heads,

the three gunas: 

creation, preservation, destruction

threads that weave the tapestry

of our fates. 

In the skies, Libra reigns.

 

May Lord Ganesh 

take the scales and remove 

all obstacle to justice.

And may the moon lend 

her soft light of compassion 

so that justice be illumined.


Coyote 

tripping on his own tail

howls his plea to the moon.


 

                © Rafael Jesús González 2022  





-