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Deplorable in its origins, sentimental in its legend, Thanksgiving is nevertheless my favorite U.S. holiday. It is archetypal, mythic, universal, for gratitude and its expression are one of the noblest experiences of humankind. It is one of the taproots of spirituality, keystone of all religion. Of all holidays, it celebrates most strongly familial, community ties, for the sharing of food is an act of bonding, of human connection.
This year, it will be a difficult holiday for many of us who will mark it in isolation, away from family and loved ones. We cannot travel, we cannot touch one another much less hug or kiss; we cannot draw close to one another, and we must cover half our faces for the fear of death. Many will be homeless because their homes burned in the wildfires or were torn apart by the storms and floods of the feverish Earth, or because they simply cannot afford shelter in an economic system based on greed. The country is divided by the most deplorable sentiments of its national character: racism and bigotry, greed and lust for power.
Our prayers of thanks will be said through tears, but thanks must be said for the very gift of life itself, the beauty and the bounty of the sacred Earth, no matter how blasphemed and abused by human folly. Thanks must be given for the compassion and good, the desire for justice and the peace carried by the human heart. Thanks for the dedication and self-sacrifice of those who serve. Thanks for our ability to love upon which the revolution that we must make is rooted. Thanks for one another.
I share with you a blessing written in a happier
time, not without its difficulties to be sure, but one less burdened by the
darkness that this year has brought. I offer it to you with love and hope:
---------------- Grace
Thanks and blessing be
to the Sun and the Earth
for this bread and this wine,----
this fruit, this meat, this salt,
---------------this food;
thanks be and blessing to them
who prepare it, who serve it;
thanks and blessing to them
who share it
-----(and also the absent and the dead.)
Thanks and blessing to them who bring it
--------(may they not want),
to them who plant and tend it,
harvest and gather it
--------(may they not want);
thanks and blessing to them who work
--------and blessing to them who cannot;
may they not want — for their hunger
------sours the wine
----------and robs the salt of its taste.
Thanks be for the sustenance and strength
for our dance and the work of justice, of peace.
---------------------------© Rafael Jesús González 2020
(The Montserrat Review, Issue 6, Spring 2003
[nominated for the Hobblestock Peace Poetry Award];
author’s copyrights.)
Deplorable en sus orígenes, sentimental su leyenda, el Día de acción de gracias es sin embargo mi fiesta estadounidense favorita. Es arquetípica, mítica, universal pues la . gratitud y su expresión son una de la experiencias más nobles de la humanidad. Es una de las raíces principales de la espiritualidad, la clave de toda religión. De todas las fiestas, celebra más destacadamente las ligas familiares, comunitarias pues el compartir de alimento es un acto de unión, de conexión humana.
Este año será fiesta difícil para muchos de nosotros que la marcaremos aislados, lejos de familia y seres queridos. No podemos viajar, no podemos tocarnos unos a los otros y ni mucho menos abrazarnos o besarnos y tenemos que cubrirnos la mitad de la cara por temor a la muerte. Muchos se quedarán sin hogar porque sus casas se quemaron en los incendios de los bosques o se destrozaron en las tormentas e inundaciones de la Tierra febril o porque simplemente no pueden tener techo en un sistema económico basado en la codicia. El país está dividido por los sentimientos más deplorables del carácter nacional: el racismo y la intolerancia, la codicia y la ansia del poder.
Nuestros rezos de gracias serán dichos por entre las lágrimas pero las gracias se tienen que dar por el mero don de la vida misma, la belleza y generosidad de la bendita Tierra no importa que tan blasfemada y abusada sea por la locura humana. Las gracias se tienen que dar por la compasión y el bien, el deseo por la justicia y la paz que trae el corazón humano. Gracias por la dedicación y el sacrificio de los que sirven. Gracias por nuestra capacidad de amar en la que se debe arraigar la revolución que tenemos que hacer. Gracias por uno al otro.
Comparto contigo una bendición escrita en tiempos más dichosos, no sin sus dificultades seguramente, pero menos agobiados por la oscuridad que este año a traído. Te la ofrezco con amor y esperanza.
-------------Gracias
Gracias y benditos sean
el Sol y la Tierra
por este pan y este vino,
-----esta fruta, esta carne, esta sal,
----------------este alimento;
gracias y bendiciones
a quienes lo preparan, lo sirven;
gracias y bendiciones
a quienes lo comparten
(y también a los ausentes y a los difuntos.)
Gracias y bendiciones a quienes lo traen
--------(que no les falte),
a quienes lo siembran y cultivan,
lo cosechan y lo recogen
-------(que no les falte);
gracias y bendiciones a los que trabajan
-------y bendiciones a los que no puedan;
que no les falte — su hambre
-----hace agrio el vino
-----------y le roba el gusto a la sal.
Gracias por el sustento y la fuerza
para nuestro bailar y nuestra labor
--------por la justicia y la paz.
----------------------------© Rafael Jesús González 2020
(The Montserrat Review, no. 6, primavera 2003
[postulado para el Premio de la Poesía por la Paz Hobblestock;
derechos reservados del autor.)
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