Wednesday, January 5, 2022

Epiphany (12th Night)

  

 
This feast-day, always joyous, is tonight darkened by the memory of the attempted neo-fascistic coup on the Congress of the United States on Epiphany January 6 last year. The pandemic, the ever more extreme weather of a fevered Earth, a virulent neo-fascism in the world makes it imperative that we make our revolution of justice rooted in compassion begun 2,022 years ago. Our only hope is that love prevail — of life, of the Earth, of each other. Amen.

Esta fiesta, siempre alegre, está oscurecida esta noche por el recuerdo del intento de golpe neofascista en el Congreso de los Estados Unidos en Epifanía 6 de enero el año pasado. La pandemia, el clima cada vez más extremo de una Tierra febril, un neofascismo virulento en el mundo hace imperativo que hagamos nuestra revolución de la justicia arraigada en la compasión que comenzó hace 2.022 años. Nuestra única esperanza es que prevalezca el amor — a la vida, a la Tierra, a los unos a los otros. Amén.

 


                    Manifestación


Nos sorprendió el lugar 
al que nos llevó la estrella
tan poco digno del nacer de un rey
pero nuestros cálculos no dejaban duda —
un establo oliente a paja y estiércol 
habitado por un buey y un burro,
ocasionado por corderos y cabritos.
El niño como todo recién nacido
nada tenía que lo distinguiera.
La mujercita como toda buena madre 
dulce y tierna, el hombre ya no joven 
mostraba ternura y solicitud.
Estaban aun más sorprendidos y perplejos
por nuestra visita que nosotros por estar allí.
Le dejamos los obsequios que de tan lejos
le traíamos: el cofrecito de oro cincelado
con leones y soles, la caja de marfil llena
de incienso, la urna de ébano llena de mirra
y partimos en silencio. 
Al fin el más joven de nosotros murmuró 
    — Tal vez traiga revolución.— 
Los otros dos guardamos en silencio 
la esperanza que su decir despertó.





                            © Rafael Jesús González 2022 






                Manifestation 


We were surprised by the place
to which the star brought us
so little worthy of a king's birth,
but our calculations left no doubt — 
a stable redolent of hay and dung 
inhabited by an ox and a donkey,
occasioned by lambs and kids.
The child like all new born
had nothing to distinguish him.
The little woman, like all good mother
sweet and tender, the man no longer young
showed tenderness and solicitude.
They were even more surprised and perplexed
by our visit than we for being there. 
We left the gifts we had brought from so far:
the little gold coffer chased
with lions and suns, the ivory box filled
with incense; the ebony urn filled with myrrh, 
and we left in silence.
Finally the youngest of us murmured,
        "Perhaps he brings revolution."
The other two kept in silence 
the hope his saying awoke.




                                    © Rafael Jesús González 2022

 



 
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