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The America that I want to be great is the America that can birth men and women of the stature, breadth, and depth of a Martin Luther King Jr. who, in speaking to yet another unjustified war of empire, called for a genuine revolution that we must now undertake or lose the Earth itself.
He was very clear that what was imperative is a revolution of the heart, of consciousness, of values:
". . . Our only hope today lies in our ability to recapture the revolutionary spirit and go out into a sometimes hostile world declaring eternal hostility to poverty, racism, and militarism. With this powerful commitment we shall boldly challenge the status quo and unjust mores, and thereby speed the day when "every valley shall be exalted, and every mountain and hill shall be made low, and the crooked shall be made straight, and the rough places plain.
A genuine revolution of values means in the final analysis that our loyalties must become ecumenical rather than sectional. Every nation must now develop an overriding loyalty to mankind as a whole in order to preserve the best in their individual societies."
Let us be as clear as was dear Martin and call out things for what they are; we are now threatened by a fascism that we must resist at all costs, stop in its tracks, nip in the bud at whatever cost.
April
The vintner’s son liked April
because it brought sweet showers,
the glover's son because
it put the spirit of youth in everything,
& the brick-seller's son
called it the cruelest month of the year.
Here April comes with flowering
red-bud & plum & if it is cruel
it is because our taxes are taken
to be squandered on war
& the machines of war, prisons,
not bread for the hungry, medicine
for the ill, roofs for the homeless,
books for the innocent, art to delight
the eye, the ear, the touch —
not the healing of a wounded Earth.
If April, the open month, is cruel
in spite of its lilacs it is because
we live under cruel despots
who we must confront with our joy.
© Rafael Jesús González 2022
Los EE. UU. que deseo sea grande son los EE.UU. que puedan nacer hombres y mujeres de la estatura, amplitud y profundidad de un Martin Luther King Jr. quien hablando de otra guerra de imperio injusta más llamó por una genuina revolución que ahora debemos empeñar o perder la Tierra misma.
Fue muy claro que lo que es preciso es una revolución de corazón, de consciencia, de valores:
". . . Nuestra única esperanza hoy está en nuestra capacidad de recobrar el espíritu revolucionario y salir a un mundo a veces hostil declarando hostilidad a la pobreza, al racismo y al militarismo. Con este poderoso compromiso valientemente desafiaremos el status quo e injustas costumbres, y de este modo acelerar el día en que "todo valle será exaltado y todo monte y colina será hecha baja y lo torcido será hecho recto y los lugares desiguales planos."
Una genuina revolución de valores significa en el análisis final que nuestras lealtades deben ser ecuménicas más bien que particulares. Toda nación debe ahora desarrollar una lealtad decisiva a la humanidad en total para conservar lo mejor en sus propias sociedades."
Seamos tan claros como lo fue nuestro querido Martin y llamémosle a los cosas por lo que son; ahora nos amenaza un fascismo que debemos contrarrestar a todo costo, parar en sus pistas, cortar en sus principios cuanto cueste.
Abril cuya raíz es en el latín aperture, "abrir", es buen tiempo en que reunirnos y abrazados unos a los otros, corazones abiertos y en alegre resolución enfrentar la crueldad e injusticia en las cuales el mundo está empeñado. Encontrémonos en las calles, en los ayuntamientos, en los edificios gubernamentales, en las escuelas, en las iglesias y juntos hagamos la revolución que nuestro Martin Luther King Jr. exigió.
Abril
Al hijo del vinatero le gustaba abril
porque traía dulces lluvias,
al hijo del guantero porque
ponía el espíritu de juventud en todo
y el hijo del comerciante en ladrillo
le llamó el mes más cruel del año.
Aquí llega abril con el florecer
del ciclamor y el ciruelo y si cruel es
es porque se nos toman los impuestos
para malgastarlos en guerra
y las máquinas de guerra, prisiones,
no pan para el con hambre, medicina
para el enfermo, techos para los sin hogar,
libros para el inocente, arte para el deleite
del ojo, del oído, del toque —
no el sanar de la Tierra herida.
Si es abril, el mes abierto, cruel
a pesar de sus lilas es porque
vivimos bajo déspotas crueles
a quienes debemos enfrentar con alegría.
© Rafael Jesús González 2022
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