Dice la leyenda que sabios de países lejanos del oriente guiados por una estrella vinieron con preciosos obsequios a rendirle homenaje a un judío recién nacido que se llamaría Yeshua (Jesús en griego.) Fue grande maestro, tan grande que muchos lo toman por Dios encarnado. Enseño amar — la justicia arraigada en la compasión, la paz. No llegó a buen fin pero el culto que sus discípulos formaron se extiende por el mundo entero. Sus enseñanzas se violan (demasiadas veces en su nombre de Él) más que se siguen y la revolución que intentó queda por hacerse. Nos toca a nosotros hacerla.
Esta fiesta, siempre alegre, está oscurecida este día por el recuerdo del intento de golpe neofascista en el Congreso de los Estados Unidos en Epifanía 6 de enero 2021. La pandemia, el clima cada vez más extremo de una Tierra febril, un neofascismo virulento en el mundo hace imperativo que hagamos nuestra revolución de la justicia arraigada en la compasión que comenzó hace 2.023 años. Nuestra única esperanza es que prevalezca el amor — a la vida, a la Tierra, a los unos a los otros. Amén.
Legend has it that wise men from far eastern countries guided by a star came with precious gifts to pay homage to a newborn jew who would be called Yeshua (Jesus in Greek). He was a great teacher, so great that many take him for God incarnate. He taught to love — justice rooted in compassion, peace. He did not come to a good end but the cult that his disciples formed spreads throughout the world. His teachings are violated (all too often in His name) more than they are followed and the revolution he intended remains to be done. It is up to us to make it.
This feast-day, always joyous, is today darkened by the memory of the attempted neo-fascistic coup on the Congress of the United States on Epiphany January 6, 2021. The pandemic, the ever more extreme weather of a fevered Earth, a virulent neo-fascism in the world makes it imperative that we make our revolution of justice rooted in compassion begun 2,023 years ago. Our only hope is that love prevail — of life, of the Earth, of each other. Amen.
Manifestación
Nos sorprendió el lugar
al que nos llevó la estrella
tan poco digno del nacer de un rey
pero nuestros cálculos no dejaban duda —
un establo oliente a paja y estiércol
habitado por un buey y un burro,
ocasionado por corderos y cabritas.
El niño como todo recién nacido
nada tenía que lo distinguiera.
La mujercita como toda buena madre
dulce y tierna, el hombre ya no joven
mostraba ternura y solicitud.
Estaban aun más sorprendidos y perplejos
por nuestra visita que nosotros por estar allí.
Le dejamos los obsequios que de tan lejos
le traíamos: el cofrecito de oro cincelado
con leones y soles, la caja de marfil llena
de incienso, la urna de ébano llena de mirra
y partimos en silencio, una luna brillante
lo bastante para opacar la estrella.
Al fin el más joven de nosotros murmuró
— Tal vez traiga revolución.—
Los otros dos guardamos en silencio
la esperanza que su decir despertó.
© Rafael Jesús González 2023
Manifestation
We were surprised by the place
to which the star brought us
so little worthy of a king's birth,
but our calculations left no doubt —
a stable redolent of hay and dung
inhabited by an ox and an ass,
occasioned by lambs and kids.
The child like all new born
had nothing to distinguish him.
The little woman, like all good mother
sweet and tender, the man no longer young
showed tenderness and solicitude.
They were even more surprised and perplexed
by our visit than we for being there.
We left the gifts we had brought from so far:
the little gold coffer chased
with lions and suns, the ivory box filled
with incense; the ebony urn filled with myrrh,
and we left in silence, a moon bright
enough to dim the star.
Finally the youngest of us murmured,
"Perhaps he brings revolution."
The other two kept in silence
the hope his saying awoke.
© Rafael Jesús González 2023
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